Tuesday, April 28, 2009
Friday, April 03, 2009
TEATRIO.IT
Querida Paulina,
la Asociación Cultural Teatrio está satisfecha de informar a Ud. que el trabajo que ha presentado en el decimoquinto Concurso Internacional de Ilustración Pelota Envenenada ha sido seleccionado entre los primeros 30 finalistas.
Desde una ventana puedes ver muchas cosas. A veces, puedes ver la lluvia. Y detrás de la lluvia, puedes ver un árbol. Incluso a veces alcanzas a mirar un pájaro que da vueltas entre sus ramas. Pero a veces, si te fijas por la ventana muy, pero muy bien, bajo los recuerdos que desprende el farol puedes verte jugando el juego de las sillas. En ocasiones alcanzas a verte jugando otros juegos con otros niños. Juegas Doña Blanca alrededor del sol. A veces, en la tarde, alumbrados por el farol tiramos piedras y saltamos dentro de nuestro Avioncito pintado con gis. A los niños les anochece durante el juego. Ha comenzado a anochecer mientras jugamos. Los niños corremos en los patios. Los niños bailamos sobre la luna mientras las estrellas fugaces juegan a nuestro alrededor.
Desde una ventana, a veces puedes ver lo invisible. Llueve. Permaneces con los ojos frente a la ventana. Miras las gotas de lluvia iluminadas por los faroles. Escuchas las voces que llegan como rumores vacíos. Y de pronto, mientras miras… han pasado 30 años.
Rodrigo Flores Sánchez
la Asociación Cultural Teatrio está satisfecha de informar a Ud. que el trabajo que ha presentado en el decimoquinto Concurso Internacional de Ilustración Pelota Envenenada ha sido seleccionado entre los primeros 30 finalistas.
Desde una ventana puedes ver muchas cosas. A veces, puedes ver la lluvia. Y detrás de la lluvia, puedes ver un árbol. Incluso a veces alcanzas a mirar un pájaro que da vueltas entre sus ramas. Pero a veces, si te fijas por la ventana muy, pero muy bien, bajo los recuerdos que desprende el farol puedes verte jugando el juego de las sillas. En ocasiones alcanzas a verte jugando otros juegos con otros niños. Juegas Doña Blanca alrededor del sol. A veces, en la tarde, alumbrados por el farol tiramos piedras y saltamos dentro de nuestro Avioncito pintado con gis. A los niños les anochece durante el juego. Ha comenzado a anochecer mientras jugamos. Los niños corremos en los patios. Los niños bailamos sobre la luna mientras las estrellas fugaces juegan a nuestro alrededor.
Desde una ventana, a veces puedes ver lo invisible. Llueve. Permaneces con los ojos frente a la ventana. Miras las gotas de lluvia iluminadas por los faroles. Escuchas las voces que llegan como rumores vacíos. Y de pronto, mientras miras… han pasado 30 años.
Rodrigo Flores Sánchez
Subscribe to:
Posts (Atom)